Hendel: ¿cuándo comprar una pileta?

Hendel es un retailer de electrodomésticos y elementos del hogar. En Hendel, entre otras cosas, podés comprar piletas, un producto sobre el cuál queremos hablar: ¿cuándo nos conviene comprarlas? Seguí leyendo y encontrarás la respuesta.

 

Hendel o la historia de una familia con espíritu comercial

¿Mito o verdad: es más económico comprar una pileta en invierno? Vamos a ver esto más adelante, ahora nos ocupamos brevemente de la excusa de esta nota, Hendel.

De acuerdo con el sitio oficial, el fundador de esta empresa fue Miguel Hendel. Él dedicó toda su vida a la creatividad comercial. Gracias a esa constancia, hoy en día, su compañía cuenta con veintisiete sucursales ubicadas a lo largo y a lo ancho de la provincia de Buenos Aires.

La variedad de productos que Hendel Hogar acerca a sus clientes tienen su fundamento en el acceso de la empresa a proveedores tanto nacionales como multinacionales, todos ellos de primer nivel. Esto garantiza la relación de precio y calidad, norte de la compañía.

Asimismo, esa variedad de productos se explica mediante la comprensión de parte de Hendel de la demanda del público. Los argentinos piden productos nuevos y variados constantemente.

 

Hendel Hogar dedica tiempo a la preparación personal de todos sus empleados. De este modo, obtiene un equipo de trabajo caracterizado por la eficiencia, la honestidad y el servicio, siempre atento a crear un vínculo familiar en la atención de sus clientes.

Sin embargo, el orgullo de esta empresa son sus clientes, a quienes consideran, no sin razón, su mayor capital. Y por eso apuntan su labor diaria a conservarlo satisfecho en cada instancia del proceso comercial.

 

En qué época comprar una pileta: consideraciones generales

Ahora sí, pasemos directamente al tema de esta nota. ¿Cuándo me conviene comprar una pileta?

La búsqueda de este producto comienza poco antes del verano y se dispara notoriamente durante el primer mes del mismo. De hecho, la tendencia de compra en el año 2017 determinó un pico en los diez días previos al verano. Entonces la demanda se multiplicó por diez.

Algo similar sucede con los aires acondicionados, pero, a diferencia de estos, las piletas suelen tener también un pico notorio pocos días antes de la Navidad, ya que se tienden a usar como regalos.

Esto no solo coincide con el aumento de la temperatura, sino también con la cercanía de las vacaciones, cuando quienes no viajan pasan más tiempo en sus hogares y, en consecuencia, están más atentos a las comodidades que pueden llegar a necesitar. Por supuesto, no es lo mismo atravesar el verano con o sin pileta…

Asimismo, existe otro hecho clave, que tiene que ver con el comportamiento del consumidor en general: lo más común es que este no prevea las compras con antelación. ¿Acaso compramos un regalo de cumpleaños, por ejemplo, con seis meses de anticipación?

Sin ir más lejos, mencionamos la Navidad: ¿cuándo compramos los presentes navideños?, ¿no lo hacemos pocos días antes e incluso hasta el día exactamente previo o incluso el mismo día, aun siendo conscientes de que nos saldrán más caros y los centros comerciales se abarrotan de gente?

Piletas: ¿cuándo comprar al mejor precio?

Los datos empíricos dejan de manifiesto la tendencia ascendente de los precios a medida que va subiendo la temperatura, punto que coincide, como decíamos, con el aumento de la demanda. Desde finales del verano hasta pocos días antes de su comienzo, la curva de la demanda se aplana y se reduce en más del 50%.

Y esto, además de tener una relación directa con la demanda, la tiene también con la oferta: muchas tiendas devuelven los productos estacionales que no vendieron, ya que los compran a concesión.

Dicho con pocas palabras y a riesgo de que pueda sonar como una anticipación exagerada y hasta un tanto descabellada, adelantarse al calor del verano para comprar la pileta que, sin dudas vamos a disfrutar luego, es una de las mejores decisiones que podemos tomar en lo que respecta a la economía familiar.

Y también hay que tener en cuenta que, como consecuencia del gran volumen de gente que se dispone a adquirir estos productos durante los días previos a la llegada de la ola de calor, es posible que no encontremos el más adecuado según nuestras demandas.

Veamos un testimonio: en el fondo de una casa del barrio El Mirador, de la localidad bonaerense de Luján, Marcela Morales tiene instalada una pileta de lona de las que tienen un aro inflable del tamaño más grande.

En julio del año pasado la pagó, con el equipo portátil para limpiarla y renovar el agua, 15.000 pesos, y en enero “ya costaba 24.100 pesos”, afirmó a este medio la protagonista.

Y afirmó: “Soy un ama de casa y, gracias a las idas y vueltas de este país, aprendí a hacer economía a los ponchazos. Así que me tomé el trabajo de averiguar dónde me convenía comprarla. Y una vez que encontré el lugar más barato, ahí me dijeron que el invierno era el momento, porque a pocos se le ocurre comprar una pileta en pleno invierno, las ventas son pocas y se abaratan los precios. Realmente hice negocio”.

 

Recapitulación

No dijimos algo importante: los precios de los catálogos de productos se fijen de forma anual. Sin embargo y a pesar de eso, los datos demuestran que la mejor época para comprar una pileta, si queremos ahorrar, es en invierno.